Surfista revela dónde podría estar la turista desaparecida en Punta Cana

Surfista revela dónde podría estar la turista desaparecida en Punta Cana.

PUNTA CANA, REPÚBLICA DOMINICANA – 19 DE MARZO DE 2025 – Un sorpresivo testimonio de un joven surfista experimentado podría cambiar el rumbo de la investigación sobre la desaparición de Sudiksha Konanki, la estudiante universitaria de 20 años, vista por última vez en la madrugada del 6 de marzo en una playa de Punta Cana.

Mientras el FBI y las autoridades dominicanas centran sus esfuerzos en rastrear mar adentro, Emiliano Corominas, quien ha pasado años surfeando en la zona, ofrece una perspectiva inquietante sobre cómo el mar podría haber jugado un papel crucial en este caso.

Condiciones peligrosas y el testimonio de Joshua Riibe
Corominas, conocedor de los patrones de las olas y la dinámica de las corrientes en la costa dominicana, reveló que la madrugada del incidente había una “bandera roja” en la zona, una clara advertencia de que las condiciones marinas eran peligrosas.

El testimonio de Joshua Riibe, última persona en haber estado con Konanki, indica que fueron arrastrados por una ola, pero solo él logró salir del agua.

“Un oleaje fuerte nos golpeó y la marea nos arrastró mar adentro”, declaró Riibe ante la fiscalía dominicana. Aseguró que tragó agua y vomitó, perdiendo de vista a la joven.

Sin embargo, según Corominas, un ambiente con marea alta y fuertes corrientes podría haber atrapado a Konanki en un ciclo de resaca sin posibilidad de escape.

Una interrogante clave en la investigación es: si el agua apenas les llegaba a las rodillas, ¿cómo fue posible que la corriente la succionara tan rápido?

“Depende de la configuración de la playa y si la víctima estaba bajo efectos del alcohol o alguna otra sustancia”, afirmó Corominas.

Riibe ha admitido que ambos estuvieron bebiendo esa noche, lo que podría haber reducido su capacidad de reacción en una emergencia.

Los arrecifes: ¿un punto clave en la investigación?
Otro detalle crucial en la investigación es la presencia de arrecifes cercanos, formaciones coralinas vivas que pueden ser letales para un cuerpo a la deriva.

Según Corominas, si Konanki fue llevada por la marea hasta los arrecifes, su recuperación sería extremadamente difícil debido a la acción de los peces carroñeros y la rugosidad del coral, que acelera el deterioro de los restos humanos.

“El uso de drones y tecnología avanzada para buscarla en aguas profundas es un paso lógico, pero la clave podría estar en una inspección más minuciosa de las barreras de coral”, destacó el surfista.

¿Había más personas en la escena?
Otro punto que ha generado dudas es la desaparición de los zapatos de Riibe.

El joven afirmó que alguien los tomó mientras estaban en la playa, lo que sugiere que hubo terceras personas en la escena.

Esto abre nuevas interrogantes:

¿Alguien pudo haber presenciado el momento en que Konanki desapareció?
¿Hubo algún hecho que no ha sido reportado?

Testigos locales han indicado que la zona no es solitaria en la madrugada, ya que suelen haber vendedores ambulantes y personas ofreciendo servicios.

La experiencia de Riibe en el agua: ¿un factor clave?

El misterio sobre el paradero de Konanki también ha llevado a cuestionar la preparación de Riibe para enfrentar una situación de emergencia en el mar.

Aunque el joven declaró ser salvavidas de piscina, Corominas recalca que eso no lo capacita para responder en el mar, donde las corrientes y el oleaje crean un entorno radicalmente diferente.

Esto podría explicar por qué, según su testimonio, logró sacarla del agua, pero luego ella volvió a desaparecer.

Investigación en curso y nuevas medidas
Mientras la investigación avanza, el FBI y las autoridades dominicanas han intensificado los interrogatorios a Riibe, quien hasta el momento es considerado “persona de interés”, pero no ha sido formalmente acusado.

Su pasaporte ha sido retenido, y se encuentra bajo constante vigilancia en su hotel. Según sus abogados, ha sido sometido a extensos interrogatorios sin traductores oficiales, lo que ha motivado que su familia solicite garantías legales y respeto al debido proceso.

Por su parte, los padres de Konanki han pedido que la búsqueda se extienda más allá del mar, argumentando que la joven nunca salía sin su teléfono, el cual quedó con sus amigas en el hotel.

Esto refuerza la teoría de que su desaparición podría tener elementos adicionales que aún no han sido revelados.

A medida que emergen nuevas piezas en este rompecabezas, la pregunta sigue siendo la misma:

¿Realmente el mar decidió su destino o hay algo más que las olas no han contado?

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