República Dominicana retrocede en Índice de Paz Global 2024

Santo Domingo, 11 de junio de 2024 – La reciente publicación del Índice de Paz Global 2024 por el Instituto para la Economía y la Paz (IEP) ha traído consigo noticias preocupantes para República Dominicana. El país, que en 2023 se ubicaba en el puesto 83, ahora se encuentra en el lugar 97 entre las 163 naciones evaluadas.

Este retroceso refleja una disminución en la puntuación general del país en materia de paz, ubicándolo dentro de un nivel medio de tranquilidad. Si bien República Dominicana se mantiene en el quinto puesto de Centroamérica y el Caribe, por encima de Cuba, El Salvador, Nicaragua, Guatemala, Honduras y Haití, el panorama general no es alentador.

El informe del IEP revela un deterioro de la paz global en un 0,56% durante el primer semestre de 2024, con un declive promedio del 0,17% en la región centroamericana y caribeña. De los 12 países evaluados en la zona, solo 5 han mejorado su posición, mientras que los 7 restantes, incluyendo República Dominicana, han experimentado un retroceso.

Las causas de este descenso son complejas y multifactoriales. El IEP señala que este deterioro general se atribuye principalmente a la prevalencia de conflictos externos e internos, al terrorismo político y al impacto persistente del crimen organizado y el desorden civil.

En el caso específico de República Dominicana, si bien no se dispone de un análisis detallado por parte del IEP, se pueden considerar algunos aspectos que podrían estar influyendo en su retroceso:

  • Aumento de la violencia y la criminalidad: Las estadísticas nacionales indican un incremento en la tasa de homicidios, robos y otros delitos violentos, lo que podría estar afectando la percepción de seguridad ciudadana.
  • Debilidad institucional: La falta de recursos y la corrupción en algunas instituciones, como la policía o el sistema judicial, podrían estar dificultando el combate efectivo contra la delincuencia y la impunidad.
  • Desigualdad social y pobreza: La brecha entre ricos y pobres, junto a las condiciones de pobreza que afectan a una parte de la población, podrían generar tensiones sociales y contribuir a la violencia.
  • Falta de oportunidades para los jóvenes: La escasez de oportunidades laborales y educativas para los jóvenes podría aumentar la probabilidad de que se involucren en actividades delictivas o violentas.

 

Es importante destacar que este retroceso en el Índice de Paz Global no debe ser visto como un panorama definitivo, sino como una llamada de atención para que las autoridades y la sociedad civil trabajen en conjunto para identificar las causas estructurales que inciden en la violencia y la inseguridad.