Rafo Ventura

Santo Domingo, D.N. La comunidad dominicana se encuentra de luto por el fallecimiento de Rafo Ventura, un hombre de 68 años que dejó una huella imborrable en aquellos que tuvieron el privilegio de conocerlo.

Un hombre con una trayectoria de vida admirable

Nacido en 1956 en la calle Duarte del sector Las Flores, Villa Vásquez, Ventura se caracterizó por su corazón noble y su espíritu inquieto. En su juventud, emigró junto a su madre a la ciudad capital, donde se estableció en el sector Cristo Rey y desarrolló sus habilidades como sastre.

Su búsqueda de nuevas oportunidades lo llevó a Puerto Rico y, finalmente, al sector El Bronx de Nueva York, donde vivió hasta su retiro definitivo. A pesar de la distancia, Ventura siempre mantuvo un profundo amor por su tierra natal, regresando a ella tras un diagnóstico de cáncer de próstata que, lamentablemente, le arrebató la vida el pasado domingo.

Más que un nombre: un legado de solidaridad y altruismo

Rafo Ventura era mucho más que un nombre. Era hijo de Doña Nuna Ventura y Rodrigo Rodríguez, ambos ya fallecidos, y dejó un legado de solidaridad y altruismo que resonará por generaciones. Su compromiso con los menos favorecidos y su activa participación en obras comunitarias lo convirtieron en un verdadero referente de generosidad y empatía.

Un amor profundo por su tierra natal

A pesar de sus viajes frecuentes al extranjero, Ventura siempre mantuvo un lazo estrecho con su tierra natal. Había construido su residencia en la capital y una casa de veraneo en la Playa Costa Verde de Montecristi, demostrando su amor por su país y sus raíces.

Un legado que trasciende

El legado de Rafo Ventura trasciende los lazos de sangre. Además de ser hermano del ingeniero Héctor Rodríguez Pimentel y del Dr. Yorman Vásquez, deja atrás a numerosos familiares y amigos que lamentan profundamente su partida.

En estos momentos de dolor, solo nos queda desearle que descanse en paz, sabiendo que su memoria perdurará en los corazones de quienes lo conocieron y amaron.