La Señora Carmen Saleta de Ricart, una santiaguera de 98 años, es la niña que se sacaba una espina del pie en la famosa pintura que adornaba hogares en toda Latinoamérica.
La imagen de la niña, presente en miles de hogares dominicanos, caribeños y centroamericanos durante las décadas de 1960, 1970 y 1980, ha sido un símbolo familiar y cultural por generaciones. La pintura, conocida como “La espina” o “La niña de la espina”, ahora cobra un nuevo significado al conocer la identidad de la pequeña que la inspiró.
Un ícono de la infancia.
La foto original, tomada cuando la Señora Carmen tenía solo 2 años, capturó su encanto infantil y la convirtió en un ícono de la pintura dominicana. La imagen de la niña sentada, con su vestido blanco y zapatos negros, intentando quitarse una espina del pie, se convirtió en un símbolo de la inocencia y la simplicidad de la infancia.
Un legado que perdura.
Hoy, a sus 98 años y aún gozando de excelente salud, la Señora Carmen Saleta de Ricart reside en Miami, Florida. La foto original que inspiró la pintura “La espina” se ha convertido en un tesoro invaluable, un legado que perdura en la memoria de quienes crecieron con su imagen en sus hogares.
Un homenaje a la Señora Carmen.
Esta noticia es un homenaje a la Señora Carmen Saleta de Ricart, la niña que con su encanto infantil y su inocencia inspiró una de las pinturas más queridas y recordadas de la cultura dominicana. Su imagen seguirá siendo un símbolo de la infancia y un recordatorio de la belleza y la simplicidad de la vida.
¡Larga vida a la Señora Carmen y a su icónica imagen!