Escándalo en cárcel de Azua: Revelan corrupción y vi0lenc¡a en torno a coronel Bidó

Santo Domingo, República Dominicana. – El incidente ocurrido en la cárcel del 15 de Azua, donde el coronel Ricardo Bidó fue secuestrado y herido por un recluso, ha desencadenado una serie de revelaciones que ponen en entredicho la seguridad y gestión de los centros penitenciarios del país.

El periodista Ramón Tolentino ha denunciado la existencia de una mafia operando dentro del penal, señalando al propio coronel Bidó como uno de sus principales actores. Según Tolentino, Bidó estaría involucrado en un esquema de contrabando de armas de fuego al interior de la cárcel, en el que estarían implicados individuos conocidos como Pocho, Joselito, Yovan y Starlin.

El periodista afirma que el coronel recibía pagos a cambio de permitir la entrada de estas armas al penal. Esta grave acusación ha generado gran conmoción y ha puesto en tela de juicio la integridad del sistema penitenciario dominicano.

El intento de comunicación del reo Maikol Deiby Ramírez con la prensa antes de ser abatido refuerza la teoría de Tolentino. La reunión entre Ramírez y Bidó en la oficina del director del centro penitenciario sugiere una relación de confianza entre ambos, lo que podría explicar cómo se produjo el enfrentamiento que terminó con el disparo.

Ramírez, de 37 años, ha declarado que el disparo fue accidental y que no tenía intención de matar al coronel. Sin embargo, esta versión de los hechos ha sido recibida con escepticismo, dada la gravedad de las acusaciones contra Bidó y la compleja situación que se vive en el interior de la cárcel.

El coronel Bidó se encuentra recuperándose en el Hospital de la Policía Nacional, mientras que las autoridades investigan a fondo este caso. La opinión pública exige una investigación exhaustiva que permita esclarecer los hechos y llevar ante la justicia a todos los responsables.

Este escándalo pone de manifiesto la necesidad de reformar el sistema penitenciario dominicano y de combatir la corrupción que impera en algunas de estas instituciones. La seguridad de los reclusos y del personal penitenciario debe ser una prioridad, y se deben tomar medidas drásticas para erradicar las mafias que operan al interior de las cárceles.