La semana pasada, el cuerpo sin vida de Gregorio Matos, reo que cumplía una condena de 20 años por homicidio, fue encontrado en una celda del Centro de Corrección y Rehabilitación El Pinito. Inicialmente, se informó que Matos se había suicidado colgándose con una tira. Sin embargo, un video que circula en redes sociales ha generado controversia al mostrar a personas junto al cuerpo, quienes afirman que Matos no se quitó la vida, sino que fue torturado hasta la muerte.
Matos había sido trasladado a El Pinito tras asesinar a su pareja sentimental durante una visita en la cárcel pública La Concepción. El crimen conmocionó a la sociedad dominicana y ahora, la muerte de Matos en circunstancias poco claras ha desatado dudas y exige una investigación profunda.
El video, que ha sido difundido por varios medios de comunicación, muestra a un hombre sin vida tendido en el suelo de una celda. Se escuchan voces que afirman que Matos fue golpeado y torturado por otros internos. Las imágenes también muestran lo que parecen ser heridas en el cuerpo del hombre.
Las autoridades aún no se han pronunciado sobre el video y no han confirmado o desmentido las torturas. La familia de Matos exige una investigación exhaustiva para esclarecer los hechos y determinar si hubo responsabilidad de otros internos o del personal del centro penitenciario.
Este caso ha puesto de relieve las precarias condiciones en las que viven los reclusos en las cárceles dominicanas. La sobrepoblación, la violencia y la falta de control son solo algunos de los problemas que aquejan al sistema penitenciario del país.
El caso de Gregorio Matos es un ejemplo de la necesidad de una reforma profunda del sistema penitenciario dominicano. Se deben garantizar los derechos humanos de los reclusos y evitar que este tipo de tragedias se repitan.
