Este lunes, Estados Unidos ejecutó una repatriación masiva de dominicanos indocumentados, deportando a 135 connacionales desde Luisiana bajo estrictas medidas de seguridad. El avión aterrizó a las 11:19 de la mañana en el Aeropuerto Internacional de Las Américas.
El operativo fue coordinado por la Dirección General de Migración, en colaboración con un contingente de seguridad y agentes policiales, quienes recibieron a los deportados en la rampa noroeste de la terminal aérea.
La mayoría de los deportados había ingresado a Estados Unidos de manera irregular cruzando la frontera con México, y algunos enfrentan acusaciones de delitos federales y violaciones a las leyes migratorias. Tras su llegada, los deportados fueron trasladados al Centro de Escogida Vacacional de Haina, en San Cristóbal, para iniciar el proceso de registro y reintegración.
Esta acción es parte de la política migratoria restrictiva impulsada por el expresidente Donald Trump, cuyo objetivo es fortalecer el control sobre la migración irregular. Se estima que entre 250,000 y 300,000 dominicanos han cruzado hacia Estados Unidos por la frontera mexicana en los últimos años, resaltando la magnitud de este fenómeno migratorio en busca de mejores oportunidades en el exterior, a pesar de los riesgos legales y humanos involucrados.
La medida coincide con acciones similares en la región, donde en Puerto Rico, dominicanos han denunciado redadas que han incluido a connacionales con documentos en regla. Además, Colombia recientemente impidió la entrada de dos aviones estadounidenses con deportados colombianos, subrayando la controversia que rodea estas políticas migratorias.
En 2024, más de 3,400 dominicanos fueron deportados desde Estados Unidos, lo que pone de relieve la severidad de las políticas migratorias y los retos que enfrentan los migrantes que intentan establecerse en el extranjero.